Durante años la presencia omnipresente de la fábrica, despojada de todo lo que un día fue, convertía cualquier paseo junto a su tapia en un ejercicio de melancolía. Hasta que con el tiempo fue llenándose – con más o menos incongruencias- terminando de borrar el recuerdo de la lucha de un barrio por no perder su motor económico.
Cuesta creer – especialmente para la generación que ha crecido vistiendo prendas de muy bajo coste – que tuviéramos un sector textil que daba trabajo a miles de familias, pero puede que cueste mucho más creer que peleamos por no perderlo, movilizando a la ciudad en un tiempo en el que las cosas se luchaban en la calle. Se perdieron Hytasa, Astilleros, Induyco, la Hispano-Aviación, el Horno San Buenaventura, la Saca, Pirotecnia y hasta la casa de lejías 3 Sietes, se perdieron muchas más, y con cada cierre perdimos identidad y comunidad, porque un trabajo es más que un jornal.
Hytasa no fue una empresa cualquiera. Llegó a dar empleo a más de 2500 personas – 3300 en los picos de máxima carga de trabajo- y por más de 70 años marcó el ritmo de vida del barrio con las entradas y salidas de sus turnos, el humo de la central eléctrica, la presencia de su plantilla uniformada – monos para ellos babis para ellas – y el cierre de cuentas de los sábados tras cobrar el sobrecito. Hytasa fue la primera industria española en integrar el ciclo completo del textil, en algodón y lana, desde la semilla y la dehesa al corte listo para confección.
En el invierno del 2020 comenzamos a plantear la génesis del proyecto. Buscábamos un escaparate adecuado que nos permitiera visibilizar a las mujeres de una determinada generación que hubieran tenido como zona de influencia el distrito en el que trabaja la asociación. Sin cerrarnos a ninguna posibilidad planteamos diversos enfoques para definir la población de estudio – desde la implicación en el asociacionismo a la participación en las luchas vecinales, pasando por el apoyo a los presos políticos del penal de la Ranilla, el liderazgo sindical o la presencia en la vida política- En algún momento de ésa fase, todavía sin definir, nos detuvimos en Hytasa. El seguimiento online de información genérica sobre las mujeres de la fábrica nos dejó con la desagradable sorpresa de constatar que solo aparecían resultados vinculados a los negocios de prostitución que operan en el polígono. Para los buscadores no había rastro de las mujeres que trabajaron en la primera industria textil de la ciudad. Y así fue como nos definimos la población de estudio.
En sus primeros 10 años de historia las mujeres solo entraron en la fábrica para limpiar, en su década final, los tiempos de la autogestión en la Sociedad Anónima Laboral, el liderazgo indiscutible del colectivo y la gestión del proyecto fueron ejercidos por una mujer – la muy apreciada y querida Toñi León – La trayectoria de las mujeres de la fábrica entre ésas dos décadas es un fiel reflejo de la historia de la mujer trabajadora sevillana y solo podría describirse con una palabra: Esfuerzo.
Tras las limpiadoras – en el capítulo final de la posguerra – llegaron un pequeño grupo de operarias – zurcidoras en su mayoría- contratadas para ocupar los puestos de menor salario y consideración, con una situación personal destacable: su soltería. En inglés arcaico hilandera y soltera se dicen con la misma palabra: spinter. Y Así fue como nos rendimos ante la casualidad y pusimos nombre al proyecto.
El proyecto ha tenido que reformularse para poder funcionar en un contexto de pandemia mundial cambiante y limitante. Las posibilidades de realizar encuentros, grupos de discusión, talleres de memoria y entrevistas selectivas tuvieron que limitarse en principio al contacto online. Creamos el perfil de rrss del proyecto y lanzamos un llamamiento de reclutamiento al que respondieron muchas y muchos interesados, Hytasa es un tema muy presente que sigue generando interés y cuenta de ello dimos desde el momento en que creamos los perfiles. En los dos primeros meses de funcionamiento de los perfiles generamos más de 1000 interacciones con cientos de comentarios que finalmente se concretaron en la inclusión de 40 participantes en la fase inicial, ese grupo estuvo conformado por antiguas trabajadoras y trabajadores, pero también por familiares, nietas, nietos e hijos.
Una vez pudimos desplazarnos, realizamos entrevistas personales presenciales entre un número seleccionado en base al perfil y momento histórico de participación en la fábrica, para ello contamos mujeres y hombres sin cuya generosidad y tiempo habría sido imposible continuar con el proyecto.
En la fase final del proyecto contamos con 5 testimonios seleccionados por mujeres que han formado parte de momentos significativos de la fábrica y cuyas historias de vida y trayectorias definen a la perfección el objetivo del estudio: Pepi, Isabel, Carmen, M Angeles y Loli. Estas cinco mujeres que formaron parte de la fábrica en diferentes momentos y desempeñaron sus funciones desde la más absoluta contemporaneidad nos ofrecen un mosaico completo de lo que supuso formar parte de una industria a lo largo de varias décadas. Os invitamos a conocerlas y disfrutar de la profunda contundencia y coherencia de sus relatos y también, porqué no, a admirar el crecimiento y la toma de consciencia y responsabilidad que adquiere el mismo, como si de una única historia a lo largo de los años se tratara.
El proyecto se ha complementado con un archivo documental facilitado desde la Hemeroteca Municipal del Ayuntamiento a través del ICAS, del Archivo Histórico de Andalucía de CCOO y de materiales personales cedidos por las participantes para el proyecto. Los mismos están disponibles en el portal web (www.enbuscadelahilandera.es ) creado para dar soporte a los distintos formatos del proyecto y para aumentar su recorrido. En el portal se expone el audiovisual producido y editado en el otoño del 2020 con piezas seleccionadas de las 5 participantes y dirigido por el cineasta Francisco Campano.
Todo el material – archivos, audiovisual y publicación – será libremente accesible desde el portal web. Nuestro objetivo como ya hemos dicho es dar continuidad al proyecto, seguiremos compartiendo contenido, historias del textil – como las de las trabajadoras de Induyco que han querido sumarse al proyecto desde la más absoluta generosidad – e información vinculada al sector que enlace la situación de las mujeres que se dedican al mismo en el tercer mundo con la de las compañeras que trabajaron aquí, a través del nexo común de precariedad y feminización de la pobreza que nos une.
El espacio está abierto a la participación de quienes quieran aportar su recuerdo, su experiencia y sus reflexiones.
Sed bienvenidos a la búsqueda.